Contexto urbanístico La mayoría de los estados tienen en marcha una serie de programas sociales de vivienda y desarrollo urbano con el fin de satisfacer las crecientes demandas de los ciudadanos de menores ingresos. Estos programas de vivienda social presentan numerosos retos entre los que destacan los siguientes: La demanda de vivienda social supera la oferta de nuevas viviendas debido al crecimiento demográfico neto, los flujos migratorios dentro y entre los países y el aumento de los ingresos familiares. Las tecnologías de construcción tradicionales son lentas para entregar las viviendas (por ejemplo, entre 2 y 3 años para ejecutar un proyecto de 300 viviendas). La limitada disponibilidad de fondos específicos (públicos y privados) para la vivienda social que obstaculiza los programas de desarrollo masivo. El desarrollo urbano de los barrios, a menudo, no prevé incluir todas las necesidades de infraestructura y de servicios , por ejemplo: accesos, espacios verdes, energía, transporte, salud, educación, ocio, o instalaciones religiosas y de seguridad. Los programas de vivienda son rara vez auto-sostenibles (a menudo dependen de la financiación pública, desalientan la responsabilidad familiar y no incluyen la integración social) . La especulación del suelo y la escasez de la tierra tienden a favorecer el desarrollo de vivienda orientada a familias de ingresos medio/altos en detrimento de los proyectos de vivienda social.